Una íntima exploración sobre lo que no hablamos con nuestras madres y cómo nos afecta, para bien y para mal. Aunque sea por un instante, todo ser humano tiene una madre. Tan diversa y complicada como las personas mismas, esa conexión madre-hijo nos forja; es medular.En esta colección de ensayos, 17 voces literarias presentan una introspección a corazón abierto sobre lo que significa ser hijo o hija.Cada ensayo es un momento para sentir y reflexionar, para analizar de manera más profunda el vínculo individual que tenemos con nuestras propias madres. André Aciman, autor de Llámame por tu nombre, habla sobre su infancia como hijo de una madre sorda; la mexicana Orly Beigel escribe en un ensayo especial para esta edición sobre lo que significa ser hija de una sobreviviente del Holocausto, mientras que Melissa De Haene, mexicana también, narra cómo tras el divorcio de sus padres, la relación con su madre nunca volvió a ser la misma.En palabras de Filgate: «Nuestras madres son nuestros primeros hogares y esa es la razón por la que siempre intentamos regresar a ellas». Hay alivio al romper el silencio. Reconocer lo que no pudimos decir durante tanto tiempo es una forma de aliviar nuestras relaciones con los demás y, quizás aun más importante, con nosotros mismos.