En Cuba, un viejo pescador ya en el crepúsculo de su vida, pobre y sin suerte, cansado de regresar cada día sin pesca, emprende una última y arriesgada travesía en busca de una gran pieza. Cuando al fin logra dar con ella, comienza una feroz lucha. Y el regreso a puerto, con el acoso de los elementos y los tiburones, se convierte en una última prueba. Como un rey mendigo, coronado por su imbatible dignidad, el viejo pescador culmina finalmente su destino.
En la cúspide de su maestría, Hemingway alumbró una historia en cuya sencillez vibra el clásico tema del valor ante la derrota, del triunfo personal sacado de la pérdida. El viejo y el mar lo confirmó como uno de los escritores más significativos del siglo XX, obteniendo el Premio Pulitzer y allanando su carrera hacia el Premio Nobel.